07 mayo, 2009

danos siempre de este Pan

DANOS SIEMPRE DE ESTE PAN
QUE NOS UNE EN COMUNION
PAN DE VIDA Y ESPERANZA
VERDADERO PAN DE DIOS (Bis)

Somos todos invitados a la mesa del Señor
donde el mismo se ha entregado
para darse en comunión.
Comeremos de su carne que nos une en amistad
beberemos de su sangre con sabor a eternidad

Como granos de la espiga
que se ha hecho un solo pan
estrechemos nuestras vidas y busquemos la unidad.
Todos nuestros sentimientos sean solo para Dios
que seamos instrumentos en las manos del Señor

Este pan que compartimos y este cáliz de amistad
son también un anticipo del banquete celestial.
Mientras tanto como Iglesia caminamos hacia Dios
esperando la venida que Jesús nos prometió.

Cristo amigo

A veces en algunos días grises,
cuando pierdo la esperanza,
cuando no encuentro la paz,
me pregunto, si en verdad existes,
si realmente eres mi amigo, si lo eres donde estas…
Es ese el momento cuando dudo,
un momento de vacío y de fría oscuridad,
cuando pienso que si en verdad no existes,
mi vida sería vana, como un libro sin final.

PERO UNA VOZ SIENTO SURGIR DENTRO DE MÍ,
QUE ME DEVUELVE TODA MI FE,
¡ES LA VOZ DE DIOS MI AMIGO!
Y ES ESA VOZ QUE CON DULZURA
ME HABLA DE PAZ,
LA QUE ME DICE QUE DIOS SERÁ
SIEMPRE NUESTRO AMIGO.

Entonces me contás que estás perdido,
que no encuentras el camino, que te devuelva la fe,
y me dices, que Dios está muy lejos,
que no quieres acercarte,
quieres que se acerque él.
Ahora que ya encontré de nuevo,
al Señor que me guía y que me enseña a amar,
yo te invito a que intentes encontrarlo,
verás que no está tan lejos y que él te espera allá.

Y VOS TAMBIÉN VAS A ESCUCHAR
LA DULCES VOZ,
QUE TE HABLARÁ LLENA DE AMOR,
ES LA VOZ DE DIOS, TU AMIGO,
Y ES ESA VOZ, QUE CON DULZURA
TE HABLA DE PAZ,
LA QUE TE DICE QUE DIOS SERÁ,
SIEMPRE NUESTRO AMIGO

coplas de Yaraví

Señor, que nuestra vida sea,
cual una quena simple y recta,
para que tu puedas llenarla,
llenarla con tu música (bis)

Señor, que nuestra vida sea
arcilla blanda entre tus manos,
para que tu puedas formarla,
formarla a tu manera (bis)

Señor, que nuestra vida sea
semilla suelta por el aire,
para que tu puedas sembrarla,
sembrarla donde quieras (bis).

Señor, que nuestra vida sea
leñita humilde y siempre seca,
para que tu puedas quemarla,
quemarla para el pobre (bis).