07 abril, 2009

stabat Mater

Se encontraba la Madre dolorosa,
junto a la cruz, llorando,
en que el Hijo moría, suspendido,
con el alma dolida y suspirando
sumida en la tristeza
que traspasa el acero de una espada.


¡Que afligida y que triste se encontraba
de pie aquella Bendita
Madre del Hijo único de Dios!
¡Oh, cuanto se dolía y padecía
esa Madre piadosa contemplando
las penas de su Hijo¡

Ella vió a Jesús en los tormentos
sometido al flagelo
por cargar los pecados de su pueblo,
y vió como, muriendo abandonado
Aquel su dulce Hijo
entregaba su Espíritu a los hombres.

Cuando llegue mi muerte, yo te pido
¡Oh, cristo, por tu Madre¡
alcanzar la victoria eterna.
AMEN, AMEN, AMEN.